La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo la primera Cumbre de la Tierra, organizadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebrada en Río de Janeiro en Brasil del 3 al 14 de junio de 1992. En ella se reunieron alrededor de 125 Jefes de Estado de 178 países. Pero también fue un parte aguas en la historia de las reuniones internacionales, porque en Río hace veinte años, hubo presencia de aproximadamente 400 representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y por primera vez en la historia se daba de forma paralela u foro de sociedad civil donde asistieron más de 17 000 personas.

Los resultados de esa cumbre fueron:

La Cumbre de Río hace veinte años, logró reunir y poner en la misma sintonía a diversos actores bajo un mismo objetivo, el de la sustentabilidad.  Veinte años después se lleva a cabo la Cumbre de Río +20, en donde se reunieron alrededor de  45,381 participantes, 188 delegaciones oficiales, más de 100 jefes de Estad y  9, 856 ONG´s y grupos mayoritarios. Sin embargo, podríamos decir que los resultados fueron mediocres frente a los nuevos retos ambientales que enfrentan nuestro planeta y la humanidad. A pesar de que el texto se sometió a un proceso de meses de negociación previa a la Cumbre, la semana previa al panel de alto nivel, la falta de consenso fue lo que prevaleció entre los diversos grupos de trabajo. Por un lado, la falta de acuerdos entre el G 77 +China y el rechazo a establecer compromisos monitoreables y verificables por parte de los países de la Unión Europea, a causa de la crisis económica en la que se encuentran.

Los grandes temas de la Cumbre eran economía verde en el contexto de la sustentabilidad, erradicación de la pobreza y el marco institucional del desarrollo sustentable. Las áreas prioritarias se centraron en empleos dignos, energía, ciudades sustentables, seguridad alimentaria,  agricultura, agua, océanos y desastres.

Al final Río no logró cumplir con las expectativas que se tenían en ella. La razón fue que para muchos se sólo se acordó una declaratoria, donde se establecen  mínimos compromisos,  que no responden al desafío mundial en materia de crecimiento económico, la preservación del medio ambiente y de la inclusión social. Temas como “economía verde”, tienen diversas connotaciones, dependiendo del país, las circunstancias y las prioridades. Los temas prioritarios, quedaron muy generales, para no entrar en la discusión de las especificidades y correr el riesgo de que la reunión de alto nivel llegara sin ningún documento acordado.

El día viernes el Gobierno de Brasil, presentó un documento resumido a 50 páginas, donde trató de integrar todos los temas que en meses anteriores ya se habían trabajado. En el caso de la delegación oficial mexicana, su grado de ambición se vio frustrado por un ambiente de inmediatez y una visión de corto plazo debido a la crisis económica que vive actualmente la Unión Europea (UE).   En el caso del G77 + China, este grupo ha estado divido por el grupo de los ALBA, el cual estuvo abogando por los derechos de la madre tierra, como el eje fundamental de las negociaciones para no mercantilizar el valor de la naturaleza. (Bolivia) y establecer como un derecho, el acceso al agua.

Sobre la arquitectura para avanzar hacia el desarrollo sostenible, el otro pilar del proceso de la Río+20, el documento exhorta a todos los países a que le den «prioridad» en la asignación de recursos. Un comité intergubernamental integrado por 30 expertos de todas las regiones del mundo se encargará de definir hasta 2014 los medios de financiación para «la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible», una propuesta de Colombia inspirada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Eran dos los grandes retos que esta cumbre debía de cubrir, lograr un documento que permitiera mantener el paradigma de Desarrollo Sustentable fuerte y que este no se viera opacado o sustituido, sino enriquecido por los preceptos que establece el nuevo paradigma de “economía verde”, como el eje rector de la política internacional ambiental. Asimismo, lograr que la declaración de Río + 20 pudiera organizar y coordinar a las instituciones para que fuera más fácil avanzar sobre el tema de la gobernanza y todo lo que establece el apartado V Framework for action and follow-up. A. Thematic areas and cross-sectoral issues.

Uno de los grandes temores, era que lo que establecía este apartado quedara muy general. Al final, las delegaciones decidieron aprobar la noche del 19 un documento de 50 hojas que quedaba como una declaratoria que lamentablemente, está carente de compromisos verificables y cuantificables. El texto hace mención de forma muy general sobre  la erradicación de la pobreza, agua y saneamiento, seguridad alimentaria, nutrición y agricultura sustentable, turismo sustentable, océanos y mares, transporte sustentable, ciudades sustentables y asentamientos humanos, salud y población, así como producir suficiente y productivamente empleos decentes, trabajo para todos y protección social.

Durante toda la semana previa a la sesión de alto nivel en otras sedes pero en el marco de la cumbre, se llevó a cabo en el centro de la ciudad en el recinto legislativo, la Primera  Cumbre Mundial de Legisladores la cual contó con la presencia de más de 300 legisladores de 85 países.  La Cumbre fue oficialmente reconocida por la Organización de Naciones Unidas y marcó el inicio de un proceso internacional que se llevará a cabo cada dos años. La reunión tuvo como objetivo resaltar la importancia del trabajo de los legisladores en la supervisión e implementación de los acuerdos de Río + 20 al reconocer el papel de los legisladores en la fiscalización de sus gobiernos y en el desarrollo de la legislación respectiva para apoyar el desarrollo sustentable en sus naciones.

Por su destacada labor en la aprobación de la Ley General de Cambio Climático y las reformas realizadas a la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable en apoyo a la implementación del mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+), GLOBE México recibió el Primer Premio por el Liderazgo Ambiental Internacional, el cual fue recibido por Senadores y Diputados de GLOBE México que asistieron a la Cumbre.

Igualmente, se reunieron en un evento alterno de la Cumbre representantes de diversos bancos de desarrollo que firmaron un acuerdo de crear un fondo de 175 mil millones de USD, para posicionar el transporte sustentable para los siguientes 10 años y promover el desarrollo económico y equitativo para proteger el medio ambiente y la salud.