Organizaciones ambientalistas descartaron que la aprobación de la Ley General de Cambio Climático implique el cierre de empresas como lo han asegurado cámaras industriales.

Gustavo Alanis, presidente del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), señaló que es falso el dilema planteado por los industriales de la Canacintra de que o se atiende el desempleo y la pobreza o al medio ambiente.

Aseguró que el espíritu del proyecto de ley no es cerrar empresas, sino reducir la huella de carbono.

«Hay que hacer a un lado este falso dilema, porque no podemos entrar a la discusión de que tiene que ser una cosa u otra. Ellos (los industriales) hablan de costos, pero no de inversiones y acciones de mitigación que ayuden a reducir la huella de carbono», dijo.

Sostuvo que cuando hablan de limitar el consumo de combustibles fósiles, una de las premisas fundamentales a las que tiene que transitar México es desde el punto de vista energético, a la menor dependencia de combustibles fósiles.

A pesar de que México cuenta con una Estrategia Nacional de Cambio Climático y un Programa Especial de Cambio Climático, este último instrumento se acaba este año y no existe otro que obligue a cumplir las metas.

«El sector privado debe pensar en los incentivos que pueden venir del gobierno y de la comunidad internacional», indicó.

A través de un comunicado, nueve organizaciones expresaron que la ley servirá para promover la creación de empleos verdes en sectores económicos, mejorar la competitividad de la industria para hacerla más limpia y eficiente y lograr la transición hacia una economía baja en carbono, promoviendo incentivos económicos y transferencia de tecnologías.

Lamentaron los comentarios de las Cámara Nacional de la Industria del Acero y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación en el sentido de que dicha ley puede provocar una carga presupuestal negativa.

REFORMA / Adriana Alatorre