El pasado lunes 07 de diciembre de 2015 inició la segunda semana de negociaciones de la COP21. Durante su inauguración con un Foro de Alto Nivel en el salón La Siene, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, señaló que el reloj está corriendo hacia una catástrofe climática.

Por ello, “el mundo espera más de ustedes que medidas a medias”, urgió a los delegados de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Así, hizo un llamado a los países a llegar a un acuerdo con compromisos que sean revisados y fortalecidos cada cinco años, empezando incluso antes de 2020, año en que el nuevo acuerdo climático entrará en vigor.

Asimismo, invitó a la participación de todos los actores, desde la iniciativa privada hasta la sociedad civil, con el liderazgo de los países desarrollados pero también reconociendo la creciente responsabilidad y fortalecimiento de capacidades de los países en desarrollo. Enfrentar el cambio climático es un papel de todos.

En lo que respecta a México, la segunda sesión de la plenaria dio espacio para la intervención del Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano. Agradeciendo la hospitalidad del gobierno francés y celebrando el avance en las negociaciones, afirmó que la aprobación por todas las Partes de un texto base, uno con cerca de mil corchetes acordado el sábado por la madrugada, permitirá alcanzar el acuerdo climático global que la sociedad demanda.

“Este acuerdo deberá de ser lo suficientemente ambicioso para impulsar un desarrollo económico neutro en emisiones que asegure el bienestar de las generaciones presentes y futuras”, señaló. Por ello, invitó al esfuerzo colectivo necesario para cumplir con el objetivo de que el aumento de la temperatura no supere los 2°C para finales del siglo. Mientras la ciencia y la naturaleza han demostrado lo que sucederá si no se asumen las acciones necesarias, como país altamente vulnerable a los efectos adversos del cambio climático, especialmente debido a ubicación geográfica, su biodiversidad y la vulnerabilidad de su población, es necesario que México opte por impulsar que el aumento de la temperatura no supere 1.5°C para evitar catastróficos impactos en su medio ambiente, sociedad y economía.

“No hay más tiempo, cada país tiene que aportar el esfuerzo que le corresponde”, indicó. Así, de acuerdo con el Secretario, México asumió este reto con responsabilidad y decisión, mediante la adopción de un marco regulatorio e institucional en materia de cambio climático.

A continuación, señaló que el país incorporó a la equidad de género y los derechos humanos en su contribución al acuerdo global (INDC). No obstante, aún es necesario que la delegación mexicana negocie efectivamente la inclusión de los derechos humanos de manera transversal, explícita y poderosa en el nuevo acuerdo de París, debido a que los efectos negativos del fenómeno no sólo afectan el derecho a un medio ambiente sano, sino a la vivienda digna, a la alimentación adecuada, al acceso al agua, a la salud, entre otros.

Por otro lado, reconoció la necesidad del acceso a información de las comunidades y grupos vulnerables frente al cambio climático, urgiendo a la inclusión de medidas de adaptación en los compromisos de las Partes. Asimismo, promovió a la reforma energética como el marco para impulsar soluciones de bajo carbono a través del uso de energías limpias. No obstante, a nivel nacional aún se requiere una acotación de las energías limpias a aquéllas energías renovables, es decir, no fósiles, con los menores impactos ambientales y sociales. Lo anterior mediante la aprobación de la Ley de Transición Energética, aún detenida en el Congreso.

También llamó a la creatividad para reunir recursos de fuentes tanto públicas como privadas para cumplir con la meta de destinar 100 mil millones de dólares anuales a la lucha contra el cambio climático desde 2020, mediante, entre otras cosas, el fortalecimiento del Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés), como brazo para implementar acciones de mitigación y adaptación. Así como se llama al efectivo y transparente funcionamiento del GCF, los mismos principios y compromisos deben ser aplicados en los mecanismos de financiamiento a nivel nacional.

Finalmente, como es notable en la estructuración del pavillion de México en la sede de la COP21, se dio una promoción de la amplia biodiversidad en el país, dando promoción y empuje a la décimo tercera Conferencia de las Partes (COP13) del Convenio de Diversidad Biológica, a celebrarse en México en diciembre de 2016.

Las decisiones que México y el resto de los países tome, tendrán consecuencias para las siguientes épocas y generaciones. Como indicó Ban Ki-moon, fuera de las sedes de las negociaciones, en los pasillos, existen miles de personas apoyando un acuerdo universal ambicioso. Es la obligación de los negociadores atender esas voces.

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