Incluir en nuestra alimentación la #dietadelamilpa es beneficiarnos de lo mejor de nuestra tierra y de ingredientes muy arraigados en nuestra cultura. Sus elementos básicos incluyen el maíz, la calabaza, el chile y el frijol, además de otras verduras, quelites, frutas, e incluso animales e insectos que se han adaptado a vivir en este agroecosistema.

La milpa es una expresión del uso amplio y multifacético que los campesinos han logrado, a lo largo múltiples generaciones, de la diversidad biológica, siendo un proceso que comienza hace más de 8 mil años.

Las milpas en áreas húmedas, semidesérticas, en valles o en montañas, cada una ha sido adaptada a las condiciones del lugar. Son los espacios en donde se mantiene una gran diversidad de semillas de plantas silvestres y cultivadas, y otras que están en distintas fases de domesticación; las milpas son un gran banco de semillas de especies originarias de este país y de especies de otras regiones del mundo, que hábilmente han sido adaptadas, por lo que decimos que hay entonces distintas formas de hacer milpa.

La milpa es el corazón de nuestra cultura del maíz y del sistema alimentario mesoamericano, pues en ella se integran múltiples prácticas, cultivos y variedades que cambian según las preferencias culinarias, tradiciones, creencias, usos y cosmovisiones de los distintos grupos que la practican. En México, la milpa es, además, el agroecosistema más importante bioculturalmente hablando pues constituye el principal pilar para la alimentación de las familias campesinas e indígenas y el espacio donde se genera la rica gastronomía mexicana. Los pueblos originarios de México, trabajando la milpa y otros agroecosistemas tradicionales, han domesticado alrededor del 15% de las plantas cultivadas en el mundo y continúan haciéndolo.

Una característica fundamental de la milpa es que es un policultivo, que busca la optimización en el uso de los recursos como tierra, agua, plantas y animales promoviendo su aprovechamiento sustentable, conservación y diversificación. De ella nacen productos saludables y nutritivos que no necesitan de pesticidas ni agroquímicos.

La milpa es, en resumen, un sistema que es cimiento cultural y ambientalmente sustentable de tradiciones, creencias, usos y cosmovisiones, así como con las características ecológicas y geográficas de cada región en la que se practica.