De carácter urgente:

  • Se requiere ejecutar un Programa de Manejo Integral y saneamiento del lago, ríos y de la cuenca.
  • Plan a  corto, mediano y largo plazo para controlar la deforestación y degradación forestal, cambios de uso de suelo,  contaminación a los ríos por agroquímicos y basura y la regulación de las descargas de aguas negras municipales.

 

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México, D.F., 20  de junio de 2012

 

El Observatorio Ciudadano de la Cuenca Valle de Bravo-Amanalco, así como organizaciones y asociaciones de la sociedad civil señalaron que las autoridades, en sus tres niveles de gobierno, tienen la responsabilidad de establecer medidas a largo plazo encaminadas a revertir el deterioro ambiental que sufre la Cuenca, pues tomar decisiones como cerrar la navegación o tratar el agua con carbón activado sólo responden a una emergencia, pero no resuelven el trasfondo del problema.

Los integrantes del Observatorio hacemos un llamado para que, en lugar de estar intercambiando acusaciones, los gobiernos municipal, estatal y federal trabajen de forma coordinada para realizar acciones concretas contra la deforestación y degradación forestal, los cambios de uso de suelo, contaminación a los ríos por agroquímicos y basura y la regulación de las descargas de aguas residuales municipales.

En días pasados, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a petición de la Comisión Nacional de Agua, cerró el lago a la navegación de lanchas a motor debido a un persistente mal olor y mal sabor del agua, atribuido al alga Anabaena en el lago de Valle de Bravo.

Estudios recientes sobre la calidad del agua realizados por la UNAM y organizaciones civiles indican que el lago tiene síntomas fuertes de contaminación, principalmente de bacterías fecales, fosfatos y nitratos, causados en su gran mayoría por las descargas directas de aguas negras a la presa, las descargas de aguas residuales a los ríos que desembocan en la Presa de Valle de Bravo, principalmente el río Tizates y el Amanalco, pero también los ríos González, Carrizal, Molino y Santa Mónica, a donde se vierten también los desechos de las piscifactorías, detergentes no biodegradables y agroquímicos utilizados en cultivos poco sustentables en la región, como la papa. La contaminación alcanza niveles muy altos que evitan el buen funcionamiento de la planta potabilizadora de Los Berros y son aceptados públicamente, por primera vez, por los tres órdenes de gobierno y la sociedad de la Cuenca.

Las Organizaciones denunciaron también que hay una falta de control eficiente de aguas negras en muchas construcciones de la zona, la ausencia de plantas de tratamiento, fosas sépticas o conexión al drenaje municipal. Asimismo, indicaron que “las plantas de tratamiento de la zona no funcionan o su capacidad es limitada y muy en particular la Valle de Bravo y la de Amanalco. Además de que los programas de saneamiento con presupuestos no ejercidos, tanto federales, estatales y municipales  en Amanalco y en Valle de Bravo han quedado en promesas y buenas intenciones”.

Dada la situación descrita, es importante que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el gobierno del Estado de México y el municipio de Valle de Bravo, de acuerdo a las competencias que les otorga la ley, lleven a cabo de inmediato un Programa de Manejo Integral y Saneamiento del lago, de los ríos y de la Cuenca Amanalco-Valle de Bravo, parte fundamental del Sistema Cutzamala y que provee agua para 2 millones de habitantes del centro del país.

De acuerdo con la Ley Nacional de Aguas, Conagua tiene bajo su cargo “promover y operar los servicios necesarios para la preservación, conservación y mejoramiento de la calidad del agua en las cuencas hidrológicas y acuíferos”. Asimismo, es responsable de “formular programas integrales de protección de los recursos hídricos en cuencas hidrológicas y acuíferos”, de “establecer y vigilar el cumplimiento de las condiciones particulares de descarga que deben satisfacer las aguas residuales, de los distintos usos y usuarios”, así como de “contribuir a prevenir y remediar los efectos adversos a la salud y al ambiente”.

Por su parte, de acuerdo con la Ley de Agua del Estado de México, los Municipios tendrán a su cargo “los Servicios Públicos de Agua Potable, Drenaje, Alcantarillado, así como tratamiento y disposición de sus aguas residuales”.

Samantha Namnum, integrante del Observatorio Ciudadano y Directora de la Oficina Centro y Valle de Bravo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), señaló que, adicionalmente a la acción coordinada de las autoridades para el saneamiento de la Cuenca, se requiere desarrollar  y fomentar el Turismo sustentable en la región.

“Es urgente atender también la parte relativa a los impactos sociales, en específico al sector de prestadores de servicios que se está viendo afectado por el cierre de la navegación con lanchas de motor, pues la solución del gobierno del estado de resarcirles con 5 millones de pesos por concepto de pérdidas es un mero paliativo, cuando lo que se requiere es un proyecto que promueva un manejo sustentable de los recursos, para así seguir beneficiándonos de los servicios ambientales que éstos proveen” señalo Federico Llamas, Director General de la Universidad del Medio Ambiente (UMA).

En ese sentido, Horacio Bonfil, Director de Fondo ProCuenca, Organización que forma parte del Observatorio Ciudadano recordó que “proteger esta zona conlleva una responsabilidad compartida en la que deben trabajar conjuntamente el gobierno, los empresarios y la sociedad civil en general, en beneficio no sólo de los vallesanos, pues el valor ambiental de esta región es fundamental para mantener el equilibrio ecológico de muchas otras zonas del país, incluyendo el Valle de Toluca, el Valle de México y el Distrito Federal”.

Finalmente, es importante recordar que las soluciones a la problemática de la zona deben atender, al menos, los siguientes puntos:

1) Concluir las obras de conexión al drenaje y funcionamiento de los cárcamos y planta de tratamiento de agua en Valle de Bravo y Amanalco.

2) Aumentar la cobertura de saneamiento en la zona, sea a través de sistemas centralizados o no.

3) Promover el manejo integral de la Cuenca, impulsando esquemas de agricultura orgánica, sin pesticidas y fertilizantes químicos, agroforestería, y aprovechamiento sustentable de los bosques de la Cuenca.

4) Trabajar con las granjas piscícolas para el manejo de sus desechos en sitio.

5) Controlar la erosión de la cuenca, regenerar suelos  e implementar acciones serias para una reforestación natural y/o inducida, así como una prevención de la degradación forestal; y

6) Crear un sistema regional de Pago por Servicios Ambientales que provea el financiamiento al largo plazo para la conservación de la región.

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