- Esta Norma ofrece beneficios potenciales para los consumidores y la reducción de los subsidios a la gasolina; además de mitigar los impactos al ambiente y a la salud.
05 de septiembre de 2012
Por representar una oportunidad de ahorros para las finanzas públicas y para los consumidores, además de ofrecer una alternativa de crecimiento para la industria automotriz, expertos en energía y competitividad destacaron la importancia de que México cuente con una Norma de Eficiencia Energética para automóviles ligeros nuevos, a pocos días de que termine la consulta pública que se lleva a cabo en torno a esta nueva Norma Oficial Mexicana NOM-163.
«El Estado ahorra en costos de salud y en menores subsidios a la gasolina, mientras que la industria automotriz, a pesar de tener que pagar un costo de transformación, podría ganar con una mayor demanda potencial (ya que cerca del 93% de los consumidores americanos prefieren coches eficientes, según Consumer Report), a lo cual se sumaría un incremento en las exportaciones pues otros mercados como China, Europa, Japón Corea y Estados Unidos ya cuentan con estándares de mayores rendimientos de gasolina por kilómetro», señaló Rodrigo Gallegos, Director de Proyectos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Por su parte, Odón de Buen, Director de Energía, Tecnología y Educación (ENTE), consideró que la nueva norma es una alternativa ante la incesante demanda de combustibles. «Existe la creciente necesidad de combustibles fósiles en forma, principalmente, de gasolina (creció 55% en la última década y lo hará otro 41% en la década siguiente), lo cual tiene un efecto negativo sobre las reservas nacionales de recursos naturales no renovables que se usan ya sea para convertirse en gasolina o para venderse y pagar la que importamos del extranjero».
Respecto a los costos de implementación de la NOM-163 y la preocupación por el aumento del costo de los vehículos, De Buen señaló: «Además de que se reporta que los vehículos compactos en México tienen más equipamiento que los que se ofrecen en el mercado de Estados Unidos (lo cual los encarece innecesariamente), está demostrado que, a la larga, la integración de nuevos elementos tecnológicos se va abaratando por la entrada masiva de estos elementos a los mercados, muchos de ellos asociados a nuevos materiales y a tecnología de la información».
Jorge Macías, coordinador de Economía Ambiental del Centro de Transporte Sustentable (CTS-Embarq), apuntó beneficios para el empleo y los consumidores. Dijo: un estudio de BlueGreen Alliance, estima que para Estados Unidos, la norma representaría la generación de 570,000 empleos para 2030. En México se esperaría un efecto benéfico similar, en proporción al tamaño de la industria nacional. Asimismo, por cada 2 kilómetros por litro que mejore el rendimiento vehicular el consumidor obtendrá un ahorro anual de $2,500 pesos por compra de gasolina.
«Los recursos ahorrados representarán una derrama para la economía nacional. Los billones de dólares que se ahorrarán los consumidores mexicanos por disminución en el consumo de gasolina fomentarían también que México fortalezca su soberanía energética y disminuya el subsidio a la gasolina, que este año representará cerca de $220 mil millones de pesos (50% del gasto nacional en educación)», señaló Macías.
El IMCO reconoce que el sector automotriz es uno de los principales pilares de la economía mexicana, al representar cerca de una tercera parte de las exportaciones manufacturares y más del 20% de las exportaciones totales, además de generar 3% del PIB y emplear de forma directa a 16% de la población ocupada. Por ello, en aras de la competitividad del país es indispensable llegar a un consenso sobre los costos y beneficios de la NOM-163 similar a cómo sucedió en Estados Unidos.
ENTE dijo apoyar la petición de las empresas agrupadas en la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), de limitar la importación casi indiscriminada de los vehículos usados extranjeros e incentivar la reconversión de la flota vehicular de México hacia una flotilla más moderna. Por ello, sugirió revisar los subsidios a la gasolina y convertirlos en subsidios a la inversión para una mayor eficiencia, acciones que serían complementarias a la implementación de la norma NOM-163.
Respecto a los costos de adoptar esta norma de eficiencia, el IMCO calculó una tasa interna de retorno de la inversión de 22%, considerando los costos estimados por el Instituto Nacional de Ecología (INE) y una tasa de 0% con los costos estimados por la AMIA. «No es posible que en una industria con tanta información técnica se tengan tales diferencias, por lo que IMCO exhorta a las partes a revisar a través de un grupo de expertos los costos y beneficios antes de adoptar la norma. Aprovechando que la industria ya trabaja en mejoras de eficiencia el calculó consensado podría incorporar dichas mejoras, así como los posibles ahorros para el Estado en salud y subsidio como una forma alternativa de financiar parte de la transición, buscando al menos que dicho retorno sea cercano al costo de financiamiento de la industria», señaló Gallegos.
Por su parte, Leticia Pineda, analista de Política Pública del CEMDA, apuntó que «la norma es una herramienta eficaz para mejorar la calidad de vida y combatir el cambio climático, pues permitirá que se dejen de emitir 170 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera». Recordó además que el 9 de septiembre concluye la consulta pública de información, por lo que es importante que la sociedad participe y emita sus comentarios antes de esa fecha.
Destacó que el CEMDA y otras organizaciones están actualmente solicitando firmas de apoyo para pedir al gobierno federal la publicación de la Norma de Eficiencia Energética Vehicular antes de que concluya la presente administración. La carta se puede encontrar en:
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