El 5 de diciembre el director general del CEMDA, Gustavo Alanís Ortega, participó en el Día del derecho y la gobernanza, organizado por la Universidad de Middlesex Dubai en el marco de la COP28 sobre cambio climático, que tiene lugar en Emiratos Árabes Unidos. Alanís Ortega tomó parte en el panel Explorando el litigio de metano: herramientas y aproximaciones y ahí señaló que las amenazas de ese gas aún no son tomadas con la seriedad necesaria por parte del gobierno mexicano, que ha sido más bien retrógrada en el tema. “Es un gobierno que promueve carbón, petróleo y gas, por lo cual vamos en la dirección equivocada”, afirmó, y añadió que ello supone un reto enorme para la sociedad civil.

Alanís Ortega afirmó también que falta transparencia con relación al cumplimiento de las regulaciones de metano. Básicamente el gobierno está utilizando argumentos de seguridad nacional y de secreto industrial para negar información que debe otorgar por ley para garantizar nuestro derecho a un medio ambiente sano, incumpliendo incluso con el Acuerdo de Escazú, explicó. En el panel también participaron Maxime Beaugrand, directora en París del Institute of Governance and Sustainable Development (IGSD); Margherita Cornaglia, de la oficina de abogados Doughty Street Chambers; Kjell Kühne, director de LINGO, y Julia Solana, directora de programa del Center for Climate Crime Analysis (CCCA).

Asimismo el día 6 de diciembre se llevó a cabo en la COP28 el evento organizado por el Observatorio Mexicano de Emisiones de Metano (OBMEM) Avanzando hacia la reducción de emisiones de metano: el papel de la sociedad civil en América, que contó con la participación de Erika Ortiz, de la Iniciativa Climática de México; Carlos Asúnsolo, del CEMDA; Carolina Urmeneta, del Global Methane Hub, y Steve Hamburg, del Environmental Defense Fund (EDF).

Durante su participación Carlos Asúnsolo recordó que reducir emisiones de metano es, sobre todo, ganar tiempo en la lucha contra la crisis climática. Además, la tecnología para atender estos temas está disponible y no tiene costos tan prohibitivos como otras alternativas.

Asúnsolo destacó también las principales acciones que ha llevado a cabo el OBMEM en su primer año de existencia, que hacen evidente que en México ya hay un actor que está activo y trabaja para monitorear y supervisar constantemente el trabajo de las autoridades y las empresas obligadas a reducir emisiones de metano. Esto no es con el objetivo de perseguir culpables, sino de proponer mejores maneras de difundir información relevante y exigir que se cumpla la ley.

De igual manera, el CEMDA exige transparencia y para ello han intensificado su colaboración con el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI). Se promueve que el tema de metano sea parte del debate público y se continuarán desarrollando estrategias legales para que las autoridades y las empresas cumplan con las Disposiciones en materia de regulación de emisiones de metano en el sector hidrocarburos.

“Necesitamos cambiar la ruta para evitar caer por el precipicio, pero también necesitamos reducir la velocidad y eso es posible únicamente reduciendo las emisiones de metano”, concluyó Asunsolo.