• Avanza acuerdo global pero sin compromiso vinculante de países como Estados Unidos.
  • Urgente que México trabaje en implementar acciones para cumplir compromisos internacionales para mitigar emisiones y disminuir la vulnerabilidad.

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), considera que la Cumbre de Cambio Climático que concluyó en Durban, Sudáfrica, alcanzó de manera inesperada resultados alentadores aunque poco ambiciosos para el régimen internacional en materia de cambio climático. Sobre todo, marca nuevas pautas para acelerar los procesos nacionales hacia la adopción de políticas tanto para la reducción de emisiones como para disminuir la vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático.

Después de haber alargado por más de 24 horas el proceso de negociación, los Estados parte lograron llegar a un acuerdo en el marco de la 17ª Conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático, celebrada en Durban, Sudáfrica de la que se esperaban pocos resultados debido a la falta de claridad en el manejo del proceso y debido al empeño de varios países por bloquear temas esenciales como el financiamiento y la mitigación.

Los resultados fueron la aprobación del paquete de Durban que contiene: el establecimiento de un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto (que iniciaría en 2013), único instrumento jurídicamente vinculante; la aprobación del texto del grupo de trabajo de visión de largo plazo, en donde se incluyen diversas acciones y obligaciones que deberán cumplir países en desarrollo con economías en crecimiento como México; y la aprobación del planteamiento de lo que será el nuevo acuerdo jurídicamente vinculante que permitirá conjuntar la visión de los dos primeros instrumentos, a fin de consolidar uno que coadyuve a la estabilización de las emisiones en un nivel que impida el incremento de la temperatura por más de 2º centígrados, mismo que entraría en vigor hasta 2015.

Sandra Guzmán, coordinadora del Área de Desarrollo de Políticas Públicas de CEMDA, señaló que, a pesar de lo anterior, «se trata todavía de un paquete que no cumple con las características necesarias para combatir el problema climático de fondo». Ello debido a que el segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto fue abandonado por Rusia, Canadá, y Japón, además de no haber sido nunca ratificado por Estados Unidos. Esto quiere decir que algunas de los principales emisores no están dentro del único instrumento vinculante. Además, -añadió Guzmán- «dentro del documento de visión de largo plazo, tampoco se establecen metas cuantificadas y obligatorias de reducción para dichos países, aunque establece ciertas líneas de acción para países como China, India, Brasil, Sudáfrica e incluso México, cuyo crecimiento está contribuyendo de manera significativa con el problema».

Por otro lado, la aprobación del Fondo Verde resulta de vital importancia para el diseño de la arquitectura financiera internacional para combatir el cambio climático. Sin embargo, el reto para 2012 es alcanzar los acuerdos necesarios para que no se constituya un fondo vacío como el que existe actualmente, sino que se tenga certeza sobre el origen de las fuentes que lo alimentarán, pues hasta el momento los países no han comprometido recursos para su capitalización, excepto el recurso que Alemania y Corea del Sur ofrecieron para comenzar con la operación del mismo.

Esto quiere decir, continuó Sandra Guzmán, que «aunque se haya aprobado el paquete, la tendencia de las emisiones por la falta de ambición en los acuerdos, aún nos mantiene en el escenario de incremento de 4º C en la temperatura, lo que nos obliga a presionar con fuerza para que las cosas pendientes puedan resolverse en la COP18 que se celebrará en Doha, Catar en 2012».

Por todo lo anterior, CEMDA considera que Durban fue un paso importante en el camino hacia el establecimiento de un régimen cada vez más ambicioso y jurídicamente vinculante; pero sigue siendo fundamental que estos acuerdos se traduzcan en acciones dentro de los países.

En el caso de México -quien fue presidente de la COP durante 2011 y ha mantenido un papel proactivo en el ámbito nacional-, debe mostrar al mundo que los compromisos con el tema son reales y que realizará acciones para hacer efectivos estos acuerdos. Las transformaciones necesarias son muchas, pero México tiene grandes oportunidades de acción tanto en el corto como en el mediano plazo, entre las de mayor relevancia para este periodo gubernamental se encuentran al menos 6 medidas que de cumplirse pueden marcar una buena tendencia de transición hacia el siguiente periodo de gobierno:

  1. La aprobación y la publicación de una norma de eficiencia vehicular para vehículos ligeros;
  2. La aprobación de la Ley General de Cambio Climático en la Cámara de Diputados.
  3. La reducción paulatina de subsidios a los combustibles fósiles y el establecimiento de un esquema para que este recurso puede eventualmente dar apoyos a la transición energética;
  4. La elaboración de un plan para el desarrollo bajo en carbono de México que permita dar permanencia a las acciones exitosas incluyendo los sectores energético y de transporte;
  5. El establecimiento de un esquema para transparentar y mejorar el manejo de los recursos para la atención del cambio climático, tanto los asignados en el presupuesto (mismos que deben ampliarse) como los que provengan de la cooperación internacional.
  6. El fortalecimiento de las instituciones para lograr un combate transversal e integral del problema.

México tiene grandes retos y de las acciones nacionales dependerá una contribución efectiva con el régimen internacional que se vio seriamente amenazado en Durban, pero que logró traer nuevamente esperanza hacia el final de los trabajos de negociación.

CEMDA hace un llamado a la Presidencia de la República y a todos los actores que tienen responsabilidad y obligaciones en la lucha contra el cambio climático -diputados, senadores, académicos, sector privado y sociedad civil- para que trabajemos de manera conjunta y responsable en alcanzar las metas de mitigación propuestas y los planes de adaptación que permitan reducir la vulnerabilidad del país y asegurar una mejor calidad de vida a las futuras generaciones.

 

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