Comunicado de prensa
15 de julio de 2015

 

El Comité Consultivo Público Conjunto de la CCA recomienda soluciones sustentables para mitigar los efectos de las aguas pluviales

Boston, Estados Unidos, 15 de julio de 2015.  En el marco de su segunda sesión ordinaria de 2015, celebrada este martes, el Comité Consultivo Público Conjunto (CCPC) de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) señaló que las comunidades de América del Norte que se encuentran en primera línea por lo que toca al control de los caudales excesivos generados por la precipitación pluvial requieren el compromiso firme de los gobiernos y la sociedad civil para idear e instrumentar soluciones sustentables a tan generalizado problema.

“Amén de mitigar los efectos de las aguas pluviales extraordinarias, una infraestructura respetuosa del medio ambiente y la planeación del uso del suelo también aportan considerables beneficios ambientales, sociales y económicos”, puntualizó el presidente del CCPC, Gustavo Alanís Ortega, quien fungió como anfitrión de la reunión de un día.

“Sabemos también cuán importante es propiciar la participación activa de las comunidades locales en la adopción de soluciones innovadoras, prácticas y sustentables en términos ambientales, así como sensibilizar y fomentar la participación ciudadana al respecto”, agregó.

La reunión del CCPC, un foro público dedicado al tema: “Agua y cambio climático: adaptación por medio de infraestructura verde», se llevó a cabo en Boston, en paralelo con la vigesimosegunda sesión ordinaria del Consejo, órgano rector de la CCA integrado por los secretarios de Estado de medio ambiente (o sus equivalentes) de Canadá, Estados Unidos y México.

El Consejo de la CCA se reúne por lo menos una vez al año para discutir su agenda de cooperación ambiental al amparo del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN). El CCPC, por su parte, integrado por quince ciudadanos (cinco de cada país), hace recomendaciones al Consejo, facilita la participación ciudadana en las actividades de la CCA y vela por la apertura y la transparencia en la labor de la Comisión.

“Las medidas que tomemos ahora —comentó Alanís Ortega— ayudarán a las generaciones futuras. En el foro público del CCPC, escuchamos que uno de los primeros pasos que deben tomar los responsables de la formulación de políticas consiste en evaluar con toda precisión cuán vulnerables son nuestras comunidades frente a los efectos perjudiciales de las precipitaciones pluviales extraordinarias. Es imperativo emprender acciones en torno a las causas subyacentes de estos eventos, específicamente el cambio climático.”

En el marco del foro público del CCPC, miembros del público se reunieron con expertos de organizaciones no gubernamentales y de los sectores gubernamental, académico e industrial de los tres países, para discutir de qué forma una infraestructura respetuosa del medio ambiente y la planeación del uso del suelo pueden constituir herramientas fundamentales para que las comunidades se adapten a los efectos del cambio climático y a las precipitaciones pluviales extraordinarias.

Los participantes se enteraron de que los riesgos de las aguas pluviales en exceso son similares para comunidades urbanas que para las rurales y remotas, y que urge tomar medidas a fin de poner en marcha soluciones viables.

En zonas urbanas, las soluciones prácticas que pueden adoptarse para mitigar los efectos de caudales extraordinarios resultantes de la precipitación pluvial incluyen la creación de incentivos para desarrollos inmobiliarios residenciales y comerciales de bajo impacto; la construcción de calles que permitan que estas aguas, en vez de generar escorrentías, se dispersen mejor en el entorno local, y la disposición de espacios públicos verdes que contribuyan a la restauración de humedales y hábitats locales.

En las comunidades rurales o remotas, conviene favorecer las instalaciones sencillas y a pequeña escala que fortalezcan la capacidad de los hábitats naturales para reabsorber aguas pluviales excedentes, en lugar de construir grandes embalses artificiales para la captación de agua.

Asimismo, se recordó a los participantes en el foro la importancia fundamental de incorporar el conocimiento ecológico tradicional emanado de las comunidades indígenas en un enfoque integral que considere soluciones ecológicas a la problemática que representan los caudales producidos por precipitaciones pluviales extraordinarias.

Los paneles de discusión que tuvieron lugar en el marco de la reunión del CCPC también se transmitieron en directo, vía Internet, desde Boston. Pronto estarán disponibles al público una grabación de la transmisión y materiales de referencia, como las presentaciones y las semblanzas biográficas de los ponentes, en el sitio web de la CCA: www.cec.org/Consejo2015.

La siguiente reunión pública del CCPC se llevará a cabo los días 5 y 6 de noviembre en Winnipeg, Manitoba, Canadá.

Le invitamos a seguir las actividades de la CCA en Facebook: <www.facebook.com/CCAconecta> y Twitter: <@CECweb>.

Acerca de la CCA

La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) es una organización intergubernamental que apoya la agenda ambiental conjunta de Canadá, Estados Unidos y México para hacer más sustentable la economía de América del Norte; enfrentar el cambio climático mediante el fomento de economías bajas en carbono, y proteger el medio ambiente y la salud de sus habitantes. La CCA está integrada por tres órganos: el Consejo, en el que están representados los gobiernos de los tres países; el Comité Consultivo Público Conjunto (CCPC), que asesora al Consejo y funge como enlace con la ciudadanía, y el Secretariado, que respalda al Consejo y al CCPC, además de elaborar informes independientes. La CCA congrega a los gobiernos, la sociedad civil y el sector empresarial para crear soluciones innovadoras a escala de América del Norte ante los desafíos ambientales de alcance mundial. Más información en: www.cec.org.

Las iniciativas de la CCA se realizan con el apoyo financiero de los gobiernos de: Canadá, a través de su ministerio de Medio Ambiente (Environment Canada); los Estados Unidos de América, por medio de la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency), y los Estados Unidos Mexicanos, mediante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.