• Reitera Estados Unidos la urgencia de que se lleven a cabo medidas efectivas e inmediatas. De ser el caso, México pudiera evitar en un futuro un embargo pesquero.
  • La tortuga caguama se encuentra en peligro de extinción y cientos de ejemplares mueren cada año en el Golfo de Ulloa, en Baja California Sur (BCS).

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C., (CEMDA) ha pugnado desde hace varios años porque el gobierno mexicano atienda de manera efectiva y oportuna el problema de la mortandad de tortugas caguama en Baja California Sur (BCS), situación que al día de hoy inexplicablemente no ha sucedido, por lo que no le sorprende la reciente certificación negativa emitida por esta razón en contra de México el pasado 14 de agosto, por parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos de América (NOAA, por sus siglas en inglés). Es importante resaltar que ésta es la primera vez que el gobierno norteamericano expide a gobierno alguno una certificación negativa.  

La tortuga amarilla o caguama (Caretta caretta) es una especie que en México se encuentra en peligro de extinción y que desde hace varios años tiene una alta tasa de mortalidad en el Golfo de Ulloa en BCS, situación que reiteradamente durante varios años se ha pedido públicamente al gobierno investigar y atender, especialmente a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), sin que al día de hoy dicha instancia gubernamental haya atendido de manera atinada, prioritaria y urgente a este llamado, con las consecuencias ya comentadas en el párrafo anterior.

El pasado mes de abril, a pocos días de que se cumpliera el plazo establecido para el 1° de mayo, cuando el gobierno mexicano debía demostrar a Estados Unidos (EEUU) que estaba llevando a cabo acciones equiparables con la legislación del país del norte para proteger a las tortugas, la Conapesca publicó unilateralmente y sin consulta previa en el Diario Oficial de la Federación un Acuerdo mediante el cual se estableció una zona de refugio pesquero de tan sólo dos años que incluía algunas medidas para intentar reducir la captura incidental de tortugas marinas en las pesquerías del Golfo de Ulloa.

En aquel momento, el CEMDA advirtió que dichas medidas eran insuficientes, pues no son equiparables a las que adopta EEUU para la protección de la tortuga caguama. Se argumentó por parte nuestra que, en primer término, la decisión de postergar hasta el 2016 la prohibición de redes de pesca en el área de distribución de esta especie en las costas mexicanas, significaría riesgo de muerte para muchas tortugas durante 2015.

Las tortugas caguamas caen presa y mueren ahogadas en las redes agalleras y los palangres todos los años cuando se conjunta su zona de alimentación con las zonas de la pesca ribereña. Este problema en el que fallecen cientos de tortugas anualmente ocurre principalmente durante el verano y ha sido ampliamente documentado y probado por científicos nacionales y extranjeros, así como por la propuesta de Programa de Ordenamiento Ecológico Marino y Regional del Pacífico Norte elaborado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) así como en la propuesta de área de Refugio para la Tortuga Caguama en el Golfo de Ulloa elaborado igualmente por las autoridades ambientales federales.

Por otro lado, dentro de las disposiciones del Acuerdo de CONAPESCA anteriormente referido, también se permite la captura de hasta de 90 tortugas al año, en contraste con lo dispuesto por EEUU para la flota de Hawaii, que no permite más de 34 tortugas muertas. Además, esta medida “legaliza” la afectación a estas especies consideradas en peligro de extinción.

Al respecto, CEMDA señaló en aquel entonces que “si no se publica a la brevedad el área de refugio anunciada por la Semarnat […] y que sería permanente, entonces se podría llegar a que EEUU no certifique a México en mayo del 2015 y, consecuentemente, se dé el embargo pesquero”.

Como ya se mencionaba anteriormente, el 14 de agosto pasado la NOAA justificó la certificación negativa al gobierno mexicano señalando que “aunque el programa regulatorio de México presenta un avance significativo, no cuenta con una eficacia comparable con los reglamentos estadounidenses para reducir la captura incidental de tortugas marinas en el Pacífico Norte”.  Destacó también que el área restringida de la reserva tiene alcances geográficos limitados y que algunas restricciones tienen un marco temporal de aplicación muy breve.

Al respecto, Agustín Bravo Gaxiola, representante del CEMDA Noroeste, señaló que “coincidimos, tal y como ya lo habíamos expresado anteriormente de manera pública, con la conclusión de que el instrumento que decidió emitir la SAGARPA-CONAPESCA no es el idóneo para la regulación de las interacciones con tortugas, como lo es el área de refugio regulada por la Ley de Vida Silvestre”. Bravo Gaxiola añadió que “es una pena que se tenga que llegar a estos extremos para que se tomen cartas en el asunto” e hizo un llamado al gobierno federal, particularmente a la CONAPESCA a tomar conciencia de que se requieren medidas efectivas e inmediatas para proteger a esta especie de alto valor ambiental para todo el planeta y para evitar un embargo pesquero en un futuro en contra de nuestro país.