08 de noviembre de 2016

Durante la vigésima primera Conferencia de las Partes (COP 21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), los países decidieron establecer el Grupo de Trabajo Especial sobre el Acuerdo de París (APA), que celebra la segunda parte de su primera sesión entre el 7 y el 14 de noviembre en Marrakech, Marruecos, al tiempo que se celebra la COP 22 de la Convención. La labor del APA consiste en preparar la entrada en vigor de este nuevo instrumento internacional y el funcionamiento de la Reunión de las Partes del Acuerdo de París (CMA).

Uno de los temas más importantes de su agenda es la definición de las modalidades, procedimientos y directrices (MPG, por sus siglas en inglés), para el marco de transparencia para las medidas y el apoyo, al que se hace referencia en el artículo 13 del Acuerdo de París.

Al respecto, diversas Partes han presentado sus recomendaciones, mismas que se han discutido y presentado en el marco de las reuniones en Marrakech. En este sentido, los países deben evaluar cuáles deben ser los principales elementos de los MPG en el marco de transparencia y cómo éstos deben beneficiarse de la experiencia de sistemas de edición, reporte y verificación (MRV) ya existentes en el marco de la CMNUCC, reflejando las necesidades de flexibilidad de los países en vías de desarrollo. Finalmente, las Partes deben trabajar en la organización del trabajo para 2017 y 2018 que asegure la finalización de los MPG en tiempo para el funcionamiento del Acuerdo.

Sobre el tema, México presentó sus recomendaciones como parte del grupo de Integridad Ambiental (EIG, por sus siglas en inglés), acompañado de Liechtenstein, Mónaco, Corea y Suiza. Estos países reconocen que el nuevo marco de transparencia reforzado para la acción y el apoyo debe basarse en la flexibilidad, tomar en cuenta las diferentes capacidades nacionales y construirse desde la experiencia de la Convención. Este mecanismo debe asegurar un sistema robusto que genere la información necesaria para dar seguimiento a las contribuciones nacionales y evaluar el progreso en la meta colectiva a largo plazo, aplicable también a las estrategias de adaptación e información sobre el apoyo brindado y recibido.

Así, México propone que este marco sea construido con un sustento fuerte en principios de transparencia, precisión, consistencia, comparabilidad, viabilidad, eficiencia y flexibilidad. Esto debe basarse en la experiencia previa de la Convención en cuanto a mecanismos de reporte y verificación, con un claro componente de fortalecimiento de capacidades e intercambio de buenas prácticas y lecciones aprendidas.

Con base en lo anterior, comparten que los países deberían reportar información cada dos años, respondiendo a las necesidades de flexibilidad y a las capacidades nacionales de los países menos desarrollados. Entre dicha información se encuentran los reportes de  inventarios nacionales, la descripción de arreglos institucionales de MRV, la descripción de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), cuya información para asegurar la claridad, transparencia y comprensión también está desarrollándose en la agenda de APA 1-2; información sobre el progreso en el cumplimiento de las NDC, documentación de medidas de mitigación, escenarios de emisiones proyectadas , información de financiamiento otorgado y recibido, incluyendo su uso, impacto y resultados estimados; información sobre planes y estrategias de adaptación o evaluaciones de vulnerabilidad, entre otras cosas.

Existe un consenso sobre el reto en la construcción de este nuevo marco y la elaboración de MPG comunes y homologados que permitan una evaluación del progreso mundial en el cumplimiento del Acuerdo de París, al tiempo que otorgue flexibilidad a los países menos desarrollados. Por ello, varias Partes aseveran que resulta urgente terminar dichos MPG para 2018, para lo cual es indispensable que APA 1-2 acelere el paso y genere un buen sustento técnico para los próximos dos años. También, esto implica reunir a los expertos en mitigación, adaptación y medios de implementación y apoyo y trabajar en diversas MPG al respecto, retomando el trabajo que el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA) y el órgano Subsidiario de Ejecución (SBI) han avanzando en cuanto al último elemento.

Este marco de transparencia reforzado permitirá crear confianza entre las Partes en cuanto a las contribuciones nacionales y su cumplimiento, permitiendo asimismo evaluar el progreso colectivo. A su vez, este mecanismo fortalece las capacidades nacionales de MRV y permite a las Partes aumentar su nivel de ambición, así como incrementar la efectividad en el apoyo dado y recibido.